Saltar al contenido

Addicted to Youth

viernes, enero 18, 2008

Razorlight, The Killers, The Editors, Interpol, Kaiser Chiefs, The Rakes, Maximo Park, VHS or BETA, Arcade Fire, Beck, Smashing Pumpkins, Hard Fi, Efterklang, Richard Hawley. Grupos y solistas que durante el 2007 publicaron disco, la mayoría el consabido y problemático «segundo», y que resultaron ser decepcionantes e incluso hasta en algunos casos (lo de Radiohead o Bjork fue para mandarlos directamente a la Unidad de Quemados y allí administrarles una inyección letal). De tal modo que el mejor trabajo de un año que musicalmente se las prometía muy felices, el álbum que más y profundamente he admirado, terminó proviniendo de los abismos del 2006, me lo presentó una fan, se llama Rather Ripped y es de Sonic Youth.

Cierto es que los de Nueva York nunca han escrito la música más directa del mundo, la más inmediata y chocante. Sus melodías tienden a ser recursivas, a construirse sobre ellas mismas, en espirales de tormentosas guitarras y distorsiones dilatadas, aunque también se reservan el derecho a disparar de vez en cuando temas más lineales y espontáneos, cargados de estática e política, como la grandísima Incinerate, que les sugería hace no mucho, o Do you believe in Rapture? Inverosímiles puntos de partida y desarrollos («¿por dónde saldrán esta vez?»). Siempre encuentran el modo de llevarlos a buen término con una naturalidad que me deja estupefacto. Porque mi relación con Sonic Youth es similar a la que se tiene con los buenos camaradas: No importa cuánto tiempo haya transcurrido sin verlos, sin escucharlos. Tras cada reencuentro parece como si nada hubiera cambiado. Continúan tan reconocibles y cálidos como el último día que los disfruté. Siempre están ahí por mí, siempre puedo contar con ellos. Evocan en mí sensaciones que supongo similares a las que el free jazz despierta en otros: Desbordantes imágenes, vívidos paisajes naturalistas, de fractales minúsculos, de reflejos líquidos y hojas cobrizas bajo un sol que agoniza (escúchese Or). O épicas sucias y urbanas iluminadas por un continuo anaranjado, como con su monumental Pink Stream. Cómo no sentir por ellos devoción absoluta y eterna.

Pero colocado en perspectiva, Rather Ripped forma parte de un trípitico de discos magníficos, a cada cual mejor, que Sonic Youth ha parido durante esta década que ya comienza a declinar. Las dos piezas anteriores fueron Murray Street (2002) y sobre todo Sonic Nurse (2004), y de los que les dejo respectivamente Empty Page y la abrumadora de Stones.

Para terminar de persuadirles y convertirles a la religión sónica, les traigo uno de esos Versus que quería mostrarles desde hace meses. En otra época, en los 80, Sonic Youth publicó su propio Álbum Blanco, bajo el seudónimo de Ciccone Youth, un disco tan marciano como excelente, y en el que versionaban el Into the Groove de Madonna y el Addicted to love de Robert Palmer. En su videoparodia de esta última, en vez de tirar por el pastiche visual de rouge extremo, cabello lamido y negros ceñidos como otras innumerables réplicas (de entre las cuales me quedo sin dudarlo con ESTA), los Youth colocaron a Kim Gordon en un karaoke a cantar con su voz áspera y sensual y a bailar con toda su gracia (poca) como una vestal ante las tropas. Y este fue el resultado.

17 comentarios leave one →
  1. viernes, enero 18, 2008 12:11 pm

    No va Kim Gordon-karaoke 😦

  2. viernes, enero 18, 2008 12:15 pm

    Gracias, Aura. Ya esta solucionado. Lo habian borrado!

  3. viernes, enero 18, 2008 1:47 pm

    Bueno, tiene su gracia.
    Yo sí que estoy «Addicted»

  4. viernes, enero 18, 2008 2:21 pm

    Si todavía sigue disfrutando con Rather Ripped, pruebe con Trees Outside the Academy, de Thurston Moore. Es más directo incluso, aunque falta Kim Gordon.

  5. una fan permalink
    viernes, enero 18, 2008 2:42 pm

    Qué disco Rather Ripped. Casi violado. Joder. Hostia.

  6. viernes, enero 18, 2008 5:52 pm

    Pues oiga yo soy de esos de tiempos pasados… y me pongo el Evol o el Daydeam Nation (fastuosa reedición la del año pasado) y creo están viejos, cosa que siempre es mala. No sónicamente, sino de manera lánguida, como una próstata que no da mas de si. Para esto ya digo en algún lado que me quedo con el cuarteto de mozas de Electrelane, que al menos se le pueden achacar a los estrógenos.

  7. viernes, enero 18, 2008 7:36 pm

    Siento discrepar en parte Dr. Dijera lo que dijera no añadiría nada nuevo a lo que se ha dicho de Sonic Youth. Creo que durante meses no escuché prácticamente nada más. Lo único que puedo decir es que el año pasado, después de decir que no vería más conciertos, estuve a punto de hacer 2000 km para ir a verlos. Si tuviera que elegir 10 discos entre los 7000 que tengo en casa uno sería de Sonic Youth, pero ninguno de los citados en este post. Tengo todo lo que han grabado, incluso en su propio sello, los proyectos paralelos de Kim, Thurston, Ranaldo…Probablemente elegiría Evol, o Dirty o Sister…o Bad Moon Rising…El último sobre todo me suena demasiado «poppy»…El penúltimo es bueno, pero de esos tres que cita, sin duda Murray Street. Para gustos hay colores Dr, espero que no se lo tome a mal. Un abrazo

  8. viernes, enero 18, 2008 9:21 pm

    Gracia si que tiene, Aura, pero parece que se quiere arrancar a bailar salvajemente pero la obligacion de la pose la retiene.

    Escuchare al bueno de Thurston, MXXV. Bienvenido!

    Le reconozco Bizita que los SY que mas me gustan son los de Goo en adelante. Mas melodicos, mas comerciales si se quiere. Los anteriores los difruto con la moderacion que me sugiere su intensa aspereza.

    Loco, no me lo voy a tomar mal, hombre. Creo que con SY existe cierta sensacion de resaca y por eso quiza sea mas generoso con ellos por eso. Lo que mola es discrepar. Igual yo le digo que usted deberia haberse hecho esos 200Okms: No quisiera morirle sin verlos al menos una vez.

  9. viernes, enero 18, 2008 10:20 pm

    No, si yo le entiendo y admito y admiro el Goo como un disco completo, de canciones redondas y melodías cojonudas, esas grandes enemigas del noise y que contra mas perfectas, mas caen en un deje de devaluación snob, por comercial. Pero no son los SY que yo les tengo mas estima, los criados con Mars, Dna, Chance y Lydia Lunch. También prefiero en un término medio, como digo, el Daydream, ya que es como la inflexión hacia el Goo en la que liman esas asperezas que usted comenta.

  10. viernes, enero 18, 2008 11:11 pm

    A mí me ocurre al revés, me gustan más del Goo hacia atrás. Tengo varios conciertos suyos pero creo que no debería morirme sin verlos en directo, no? Supongo que todo esto ocurre para compensar, unos del goo hacia atrás y otros hacia delante. Ocurre también Dr. que, sin saber muy bien por qué, tal vez por un snobismo absurdo que puede que parezca, cuanto más comercial es una música, tanto menos me gusta. De ahí que disfrute mucho con la música extrema en su amplio sentido: free jazz, industrial como los primeros Einstürzende Neubauten, grindcore como Napalm Death, el noise de Merzbow, el Mathrock…o músicos contemporáneos como Stockhausen, Varèse, Messiaen…por eso la querencia hacia los SY más abstrusos…por cierto me encanta el Goodbye 20th century…

  11. sábado, enero 19, 2008 11:02 am

    Loco, no se invente nombres de grupos. Confiese que se ha inventado Einstürzende Neubauten! 😛
    El Goodbye 20th century es algo… algo… algo indescriptible.

  12. sábado, enero 19, 2008 2:48 pm

    Siento no entrar demasiado en el tema de Sonic Youth, es una banda a la que le he dedicado muy poco tiempo y sólo podría hablar con conocimiento sobre ‘Dirty’ (es un tópico, pero me encanta) y ‘Washing Machine’.

    Lo que suscribo parcial pero enérgicamente es ese primer párrafo donde le echas un vistazo a los «second comings» del 2007. Lo de Smashing no lo he tocado por miedo, a Radiohead les mandé a paseo cuando dejaron de hacer canciones y se subieron a la parra, el de Editors me ha parecido bueno aunque no excitante,de Interpol sólo me gusta su primer disco, los Kaiser Chiefs sólo los tolero cuando voy bebido, Arcade Fire han hecho un disco menos redondo pero igual de estimable, de Beck me quedo con un par de discos suyos (‘Mellow Gold’ y ‘Sea of Change’) y no tenía ni idea de que Richard Hawley había sacado otro disco, pero seguro que me gustará tanto como ‘Coles Corner’. Y a Björk también la mandé a paseo después de ‘Medulla’.

    Perdón por la metralla.

    Y volviendo a Sonic Youth, es de sobras sabido que son una banda inquieta, a veces autocomplaciente, pero compleja y que merece el más grande de los respetos sólo por su extenso radio de influencia. Han creado monstruos, pero también han inyectado mucho valor y verdadera independencia a mucha gente del rock. No me extiendo más sobre ellos por miedo a soltar alguna mamarrachada. Eso sí, deliciosa su forma de definirlos, Dr. Zito.

    Le leo.

  13. domingo, enero 20, 2008 3:18 am

    Don Starman, me alegro que haya entrado al trapo con el primer parrafo, porque queria que fuera incendiario. Y sin embargo resulta que, con matices, estamos practicamente de acuerdo en todo.
    Eso si, ya le puedo decir que desafortunadamente Hawley anda muy poco inspirado en su ultimo trabajo: la repeticion de premisas no funciona porque si.
    Encantado de tenerle por aqui. Bienvenido!

  14. domingo, enero 20, 2008 7:13 am

    Ya que estamos, quisiera recomendarles a los que les gusten tanto Interpol como Editors, unos suecos (creo) llamados Cut City, vamos, les dan sopas con ondas en ese rollo de shoegaze-postpunky-darky y soniquetes a lo Ian Curtis. Es mas, en toda esta vorágine de filtraciones y demás, su disco fue fakeado como el nuevo de Interpol, e insisto, superándolo, cosa que era sencilla. Hostia confirmada y siguiendo con sucedáneos de Joy Division, ha sido la de She Wants Revenge, que no solo tiene calcada la portada del anterior. Y despeñazo futuro el del puto hype del año que han sido los Klaxons, es más, yo espero que alguno muera de un paro cardiaco o ahogado en su propio vomito antes de que saquen un puto singles más.

  15. domingo, enero 20, 2008 4:42 pm

    Hablando de She wants revenge…hay una canción que me hace gracia o medio la escucho: i don’t wanna fall in love dice el estribillo….el caso es que copian a la perfección ese sonido darky, eso hay que reconocérselo, que opina bizita Q?

  16. domingo, enero 20, 2008 7:22 pm

    Esa canción resume bastante bien el disco, si, Don Loco. Eso no quita que tengan un par o tres de temas en ese LP igual de potables. Recuerdan al Heat de Colder, otra avanzadilla del clonismo de ese sonido, previa.

  17. domingo, enero 20, 2008 10:30 pm

    yo tuve una época muy oscura, incluso me ponía mis macro-pinchos y esas cosas jeje pero fue hace años…este disco me lo pasó una colega y unos días que me dio por irme a un monasterio de clausura y silencio me lo llevé…molaba mucho escucharlo mientras me paseaba por las estancias, los monjes me miraban, yo los miraba…y de fondo la música..Tengo que reescuchar ese de Colder…Un saludo Bizita Q. (y por cierto, le enlazo, ya que alguna vez le he visitado y me gusta su blog)

Replica a Dr Zito Cancelar la respuesta