Saltar al contenido

El no-tabaco

sábado, noviembre 14, 2009

Mi amado Slavoj Zizek ha hablado en múltiples ocasiones (porque este hombre se recicla a si mismo que da gusto; no me pidan que les proporcione la fuente original), de la idea de la “virtualidad real”, de su visión de este mundo en que vivimos como una realidad que ha sido desprovista de su propia substancia y en la que nos vemos rodeados por falsedades vacías, por objetos despojados de su propia esencia. Así es como tenemos café sin cafeína, cerveza sin alcohol, crema sin grasa y hasta chocolate laxante (sí, como lo oyen, con lo astringente que es el jodío), de tal modo que el hedonismo moderno aúna placer con restricción y consigue que lo que te hace mal también te cure.

smokels1

Por si tanto despropósito no fuera bastante, ha llegado al mercado y a su línea aérea de bajo coste de confianza, Smokeless Cigarrettes, el tabaco sin humo, el tabaco sin tabaco. Más higiénico, más barato, más sano. No se trata de esos armatostes electrónicos, los NJoy, los -cigarrillos, con su molesto cargador y excesivo tamaño, que han proliferado en los clubs londinenses tras la entrada en vigor de la prohibición de fumar en espacios públicos. Smokeless promete parecer idéntico a un cigarrillo normal, producir idénticas sensaciones, hasta te proporciona cierta cantidad de nicotina, pero al mismo tiempo te recuerda vehementemente que no es un cigarrillo. Sabe igual, se fuma igual, parece igual. Pero no lo es. Lo curioso del asunto es que en inglés la palabra smokeless tiene un significado que va más allá del aparente, de la ausencia de humo. Fumar es to smoke y a un cigarrillo se le llama familiarmente “a smoke”. Smokeless significa no solo que el producto no produzca humo, sino también que es el tabaco no-tabaco. Fumar un cilindro blanco desprovisto de sustancia, una entelequia, algo que no existe.

5 comentarios leave one →
  1. sábado, noviembre 14, 2009 7:18 pm

    Y se pagará, seguro, una pequeña fortuna por fumar sin hacerlo. Éste no es un mundo cruel, más quisiéramos, es sólo un mundo absurdo.

  2. domingo, noviembre 15, 2009 1:59 am

    Me parece un buen placebo para deshabituar el paladar al cigarro mientras recibes tu dosis de nicotina. Ese es el tabaco ideal, el que no se fuma y evitamos el dióxido de carbono, el alquitrán, el benceno, el amoníaco… Si se tiene que hacer negocio con algo, que sea con algo más sano, ¿no?

  3. domingo, noviembre 15, 2009 4:39 pm

    Jajajaja, no sabe Dr. lo que me alegro de haber dejado de fumar hace más de una década. Eso sí, aún hoy día sueño con que he vuelto a fumar y me maldigo por haberme cargado algo que en su momento me hizo coger unos kilos (que luego perdí) y me envolvió en tristezas que a veces me llevaban hasta las lágrimas. Vamos, un auténtico duelo, en una palabra.

  4. vivimosencastellon permalink
    martes, noviembre 17, 2009 5:58 pm

    Realmente el precio de una cajetilla es una pequeña fortuna, por eso no me animé a probarlo en el avión. Y por el precio que lo venden ¿será más o menos cancerígeno?

  5. Minizita permalink
    jueves, noviembre 19, 2009 3:06 pm

    Y yo consumiendo pastillas sin ton ni son para dejar de fumar. Pensandolo bien… igual esta información que ha sido tan amable de ofrecernos, no llega tarde porque aun siento ganas de vender un riñon por un cigarro y una caja de pastillas cuesta 60 euros, no tengo trabajo…. ¿que precio ha dicho que tiene este no tabaco?

Replica a Bo Peep Cancelar la respuesta